Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el trabajo forzoso es aquel que se realiza de forma involuntaria y bajo amenaza de una pena cualquiera. Hace referencia a las situaciones que enfrentan las personas que se ven forzadas a trabajar soportando la intimidación y la violencia, o medios más sutiles como una deuda manipulada, retención de documentos de identidad o amenazas de denuncia a las autoridades de inmigración. Es importante destacar que la definición de trabajo forzoso excluye algunas actividades, por ejemplo, el servicio militar obligatorio o el Trabajo penitenciario bajo ciertas condiciones. En el Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930 (núm. 29) como "todo trabajo o servicio exigido a un individuo bajo la amenaza de una pena cualquiera y para el cual dicho individuo no se ofrece voluntariamente".
Esta segunda definición se complementa de tres elementos importantes: · Trabajo o servicio hace referencia a todo tipo de trabajo que tenga lugar en cualquier actividad, industria o sector, incluida la economía informal. · Amenaza de una pena cualquiera abarca una amplia gama de sanciones utilizadas para obligar a alguien a trabajar. · Involuntariedad: ka expresión “se ofrece voluntariamente” se refiere al consentimiento otorgado libremente y con conocimiento de causa por un trabajador para empezar un trabajo y a su libertad para renunciar a su empleo en cualquier momento. La OIT como agente especializado de la ONU, realiza los respectivos convenios que son ratificados por los países miembros de la organización, entre ellos encontramos dos fundamentales el C105 - Convenio sobre la abolición del trabajo forzoso, 1957 (núm. 105) y el anteriormente mencionado. Estos dos convenios fundamentales se encuentran ratificados de forma casi universal, lo que quiere decir que la mayoría de los países se encuentran obligados a cumplir todas las condiciones que dentro de ellos se presentan. Además, no estar sometido a trabajo forzoso es un derecho humano universal, por esta razón todos los países, siendo o no miembros de la OIT están obligados a velar porque este derecho se cumpla a cabalidad. La última toma de decisión en cuanto a este tema fue discutida en el 2014, cuando se creó un protocolo relativo al Convenio sobre el trabajo forzoso que entró en vigencia en 2016. De igual forma, con esta discusión se llegó al acuerdo de establecer las medidas necesarias relativas a la prevención, protección y a acciones jurídicas y de reparación.
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“En la OIT se nos ha encomendado un mandato que en última instancia consiste en promover la justicia social en el mundo. Ese es el mejor modo de mantener la paz mundial” afirmó el director general de la OIT, Guy Rider. Esta declaración sigue teniendo relación directa con la bandera que ha llevado la organización desde su creación, ya que, fue fundada como parte del Tratado de Versalles que terminó con la Primera Guerra Mundial, de esta forma, se logró reflejar la convicción de que la justicia social es esencial para alcanzar una paz universal y permanente. Desde su fundación en 1919, se ha caracterizado por ser una agencia encargada de fomentar el diálogo entre trabajadores, empleadores y gobiernos, para llegar a los mejores consensos y normativas que garanticen el pleno empleo seguro y decente. Como lo establece su misión, Los objetivos principales de la OIT son promover los derechos laborales, fomentar oportunidades de trabajo decente, mejorar la protección social y fortalecer el diálogo al abordar los temas relacionados con el mundo del trabajo. Empleo juvenil, empleos verdes, empresas multinacionales, empresas sostenibles, formas atípicas de empleo, futuro del trabajo. globalización, igualdad de género, libertad sindical, Igualdad y discriminación, son algunos de los temas discutidos en las sesiones de debate que se realizan con los representantes de los países que forman parte de esta organización. Son 187 los países miembros de la OIT, entre ellos, podemos encontrar a Albania, Nepal, los Países Bajos, Nueva Zelanda, Nicaragua, Qatar, Venezuela, entre muchos otros. Principalmente, los representantes de estos países dentro de los comités, se encargan de discutir y llegar a acuerdos para la resolución de la problemática que se esté tratando. Por esta razón, la OIT funciona en concordancia para garantizar que las opiniones de dichos interlocutores puedan ser tomadas en cuenta, no solo escuchando los problemas que presenta cada nación, sino haciendo posible que las soluciones expuestas en las sesiones se vean reflejadas en los acuerdos y normativas que serán establecidas. Resulta interesante mencionar que la OIT se convirtió en la primera agencia de las Naciones Unidas en 1946, y siempre ha abordado por completo el tema del empleo, es importante resaltar que todas sus resoluciones van enfocadas en garantizar un trabajo decente en condiciones propicias. De manera que el interés de la organización recae en la importancia de la cooperación entre gobiernos, organizaciones de trabajadores y empleadores para la promoción del progreso social y económico. El enfoque de la OIT, la agencia de las Naciones Unidas para el mundo del trabajo, es responder a las necesidades de hombres y mujeres trabajadores al reunir a gobiernos, empleadores y trabajadores para establecer políticas, desarrollar programas y definir normas, dejando clara la capacidad de fomentar el tripartismo y el diálogo social para lograr promover el empleo decente y proteger a las personas. “El trabajo decente puede sacar de la pobreza a comunidades enteras y alcanzar la seguridad humana y la paz social... No es sólo un objetivo, es un motor del desarrollo sostenible” Guy Rider, director general de la OIT
Un voluntariado que contribuye con la formación de los jóvenes que serán líderes del futuro. Luego de cinco meses de preparación, el Modelo de la Organización Internacional del Trabajo para las comunidades celebró su debate final el pasado sábado tres de junio con la temática de "Igualdad y discriminación" en la Universidad Católica Andrés Bello, sede Montalbán. Este debate representa una manera diferente de creer, crear y cambiar no solo para los delegados que discuten temas de interés internacional, sino también para los voluntarios que han sido participes de un crecimiento exponencial en estos estudiantes. En el debate final, los jóvenes que forman parte de este programa, tienen la oportunidad de demostrar todas las competencias que desarrollaron a lo largo de esos cinco meses. “Esta es una oportunidad para demostrar que lo imposible puede hacerse realidad”. Así señala Alejandra Martínez, coordinadora de la séptima edición, ya que para ella este espacio le permite ver al joven de lo que es capaz y demostrarle a estas generaciones que hay personas que confían en su potencial.
Asimismo, la temática abordada durante este debate, tuvo como finalidad que los jóvenes pudiesen apreciar con mayor cercanía uno de los grandes problemas que existe tanto en Venezuela como en el mundo ya que, según De Rufino, esto les permite a los jóvenes enfrentar situaciones de desigualdad, conocer sus derechos, defenderlos y plantear soluciones para solventar este problema. No obstante, Martínez recalca que en la edición se dieron dos debates prácticos en los que se trató el tema del Empleo Informal y el Trabajo Infantil, que van en la línea de la temática central de este debate final.
Esta experiencia es una posibilidad para ver reflejado el país que se quiere construir ya que a través de la educación en valores, se pueden transformar jóvenes que luchen por sus sueños y persigan la excelencia. Además, Martínez destaca que se trata de crear un espacio que supere las más complejas diferencias y permita continuar con las construcción de un futuro prometedor, un futuro que utilice como bandera la formación de generaciones enteras. Los valores que promueve el Modelo de la Organización del Trabajo para las comunidades son: |
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Marzo 2018
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